Entrada breve. En el diccionario podemos encontrar que la definición de “diminutivo” (que tiene cualidad de disminuir o reducir a menos algo) tiene al menos tres sentidos: disminución de tamaño, una intención emotiva o apelativa o para remarcar una significación intensiva. ¿Por qué entonces hay quienes dicen “inditos” o “negritos”? ¿Cuándo empezarán a decir “jotitos”? En ninguno de estos casos se hace referencia ni al tamaño, ni a una significación intensiva y, definitivamente tampoco a una intención emotiva.
Obedece al menosprecio disfrazado de lástima. Aquellos homúnculos de Ginés de Sepúlveda siguen más que vivos, nosotros nos encargamos de prolongar su vida. Es franca hipocresía el pretender usar el diminutivo para enfatizar cierta empatía, cuando lo que realmente yace bajo dicho uso es una minusvaloración fundada en estereotipos.
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