Voy a rectificar. Asombro y perplejidad, aunque no sorpresa.
Esto es muy cierto. Pero después de analizar la evidencia y de esperar a la
integración de elementos (mucho más abundante de lo que en un principio parecía
ser), la explicación de los resultados electorales según el infame IFE, es el
fraude.
Mas sigo en asombro y perplejidad. El sistema, el
establishment, la oligocracia, o como se le quiera llamar, sigue viendo al
pueblo como un puñado de pendejos a quienes puede engañar descaradamente y
éstos, en su superficial y conformista ignorancia, habrán de seguir por siempre
aceptando atole con el dedo. Creo que cada vez hay menos de estos ciudadanos, y
el no entender esto por parte del sistema (que ahora eligió a EPN como su
lacayo), realmente causa asombro y perplejidad.
Pero no sorpresa. ¿Qué más se puede esperar de un grupo de
sujetos que carecen de los más elementales indicios de eticidad? ¿Qué otra cosa
pueden hacer aquellos dominados por la avaricia, el egoísmo y la estulticia?
En el fraude electoral del 2006, el IFE obró de una forma
burda y evidentemente ilícita. Recordemos que conforme avanzaba el PREP en su
conteo, la ventaja original de AMLO se iba reduciendo más y más ante FCH. Algo totalmente
opuesto a las leyes estadísticas y de probabilística. Ya conocemos el resultado
final de su conteo. Para este 2012 se tuvo más cuidado con las apariencias: las
encuestadoras vertieron resultados manipulados (se eliminaba de los porcentajes
el número de indecisos, el número que no contestaba la encuesta, o de plano se
maquillaban las cifras). Los medios de comunicación hicieron una fuerte
promoción desde años antes de la contienda a EPN (empezando con su telenovelesca
vida “privada”) y redujeron lo más posible la cobertura a AMLO desde que
terminó el proceso electoral del 2006 (a pesar de que hay quienes dicen que
esos seis años fueron de “campaña pre-electoral”(?)). Una vez terminada la
jornada electoral del 1º de julio (al igual que pasó en el 2006), los medios de
comunicación oficiosos (Televisa, TvAzteca, Milenio…) se limitan a insistir en
lo ejemplar del proceso, en el gran avance de la democracia, en que se debe
respetar la voluntad del pueblo, en que solo expresan hechos y no supuestos
(pero que no sea el candidato
del Movimiento Ciudadano, porque entonces sí abundan los juicios de valor).
Con el camino ya preparado, el proceso electoral tuvo mucho más
que algunas irregularidades:
1) El PREP captura mal la información de las casillas.
2) A través de Anonymous se pudo conocer el conteo real del
IFE antes de la captura fraudulenta de votos.
3) En múltiples ocasiones, el PREP mantuvo una correlación
perfecta entre los porcentajes de los candidatos JVM, EPN y AMLO. 41 datos que
no variaban en su correlación a pesar del progreso en el PREP.
4) El 4.7% de votos invariablemente se distribuyen entre Quadri, votos nulos y votos a candidatos no registrados.
4) El 4.7% de votos invariablemente se distribuyen entre Quadri, votos nulos y votos a candidatos no registrados.
5) El PREP no se ajusta a la Ley de Benford o ley del primer dígito, por lo que carece de confiabilidad.
6) El resultado de las elecciones según el PREP (EPN 38.15%, AMLO 31.64%, JVM 25.40%) obedece a un algoritmo que no varió a lo largo del conteo rápido (imposible en términos estadísticos). 6.5% de diferencia entre EPN y AMLO, y 6.5% de diferencia entre AMLO y JVM.
7) Quema y destrucción de boletas, sábanas y urnas.
8) El pago de tarjetas de prepago para la compra de votos (a pesar de las declaraciones en contra de los involucrados).
Aquí, el pago que se hizo por las tarjetas de prepago. |
9) El reconocimiento de la derrota electoral de JVM y Quadri se da antes incluso de que iniciara el PREP.
10) Múltiples estadistas de diversas naciones felicitan a EPN cuando todavía no se da por concluido el proceso electoral.
Los elementos para hablar de un fraude son claros y evidentes (a pesar del silencio de los medios de comunicación del establishment). La pregunta ahora es, ¿qué hacer? ¿Qué estamos dispuestos a sacrificar? ¿O nos resignamos al atole con el dedo?